martes, 20 de agosto de 2013

AL ANDALUS VII. LOS IMPERIOS BEREBÉRES

 AL ANDALUS VII. LOS IMPERIOS BEREBÉRES: ALMORÁVIDES Y ALMOHADES
Los almorávides eran un pueblo nómada bereber del norte de África. La historia del movimiento comenzó con la peregrinación a La Meca de algunos notables de la tribu. De esta forma conocieron las enseñanzas de un jurista malikí. A partir de entonces extendieron su dominio desde la nueva capital fundada por Yusuf Ibn Tasufin, Marraquech, por todo el norte de África.
Como he mencionado en el capitulo anterior, Yusuf Ibn Tasufin acudió a España en ayuda de Mu’tamid para hacer frente a los ataques cristianos del norte. Los musulmanes se apuntaron una victoria, aunque esta victoria no alteró la situación en España, siguió la debilidad de los musulmanes y su incapacidad para rechazar los avances cristianos. Así, los almorávides desembarcaron por segunda vez en Algeciras y pusieron cerco a la fortaleza de Aledo. Finalmente, Tasufin decidió restablecer la unidad de la sociedad islámica. Ocupó en primer lugar Granada, y posteriormente cayeron Córdoba, Sevilla, Badajoz, Valencia y Zaragoza, que quedaron inmediatamente incorporadas al imperio almorávide.
Imperio almorávide
Sin embargo, este imperio no duró mucho en su cenit, y pronto creció la oposición y descontento popular, debido a los nuevos avances cristianos, que culminaron en la rebeliones de 1144 y 1145 que supusieron el fin del imperio almorávide.
El fin de la dominación almorávide en la Península se debe a dos factores esencialmente: la lucha de clases, la clase dominante arábigo-andaluza estaba perdiendo su poder; y la toma de conciencia sobre el carácter específico de la religión de al-Andalus y de su comunidad religiosa.
Tras la caída del imperio almorávide, se produjo una gran confusión que culminó en la proclamación de los segundos reinos taifas.]
Segundos reinos de taifas.
El fundador del movimiento almohade es Ibn Tumart y se basaba en la unicidad y en la defensa de la unidad. Tumart se autoproclamó mahdí (jefe guiado por la inspiración divina y empezó a ganar territorios en el norte de África. Debido a la debilidad de la administración almorávide, los almohades conquistaron su capital Marraquech, lo que supuso el fin del imperio almorávide. Cuando los almorávides llegaron a la Península en el año 1145, el poder real estaba en manos de una serie de dirigentes locales y no fue hasta el 1171 que el nuevo califa trató de fortalecer su poder sobre al-Andalus.
Pactaron una tregua con los cristianos por cinco años, durante los cuales la situación permaneció estable y la dominación almohade se hallaba en su cenit. No obstante, cuando los cristianos pasaron a la ofensiva, se produjo un cambio en el balance de fuerzas. En el año 1212, los almohades sufrieron la derrota de Las Navas de Tolosa, lo que provocó el derrumbamiento del imperio almohade, aunque esto no se hizo notable hasta el año 1223.
LA BATALLA DE LAS NAVAS DE TOLOSA de A.Robert.R.LaueRBatalla de Navas de Tolosa 
El califa almohade que murió en 1223 no dejó hijos lo que provocó una serie de disputas dinásticas que terminaron con cualquier posible resistencia a la Reconquista cristiana. En el norte de África quedaron resto del imperio almohade que finalmente se extinguió en 1269.
Tras la unión de León y Castillo, el rey Fernando de Castilla tomó la ofensiva y realizó una serie de campañas hasta penetrar en el mismo corazón de al-Andalus. En el año 1236 conquistó Córdoba y en el 1248 tomó Sevilla. Para esta fecha, la dominación árabe había desparecida de la Península excepto por el surgimiento del reino nazarí de Granada, que aguantó hasta el 1492 gracias a su situación geográfica.

A pesar de ello, la caída del imperio almohade supuso el fin de la España islámica.