LA
GASTRONOMÍA ÁRABE
La
gastronomía árabe es una de las más atractivas dentro del mundo
culinario por su mezcla de sabores, texturas y su gran variedad.
Para
empezar, me gustaría aclarar que la gastronomía árabe, no es una
gastronomía “heterogénea”. Es decir, la gastronomía árabe es
un “collage” formado por todas las cocinas de los países árabes
que van desde la parte más occidental del norte de África hasta
Próximo Oriente. Cada país tiene su propia gastronomía y sus
propias costumbres culinarias. Sin embargo, a pesar de esta
diversidad, podemos hablar de una gastronomía árabe en general con
características comunes en todos los países árabes.
La
principal particularidad de la gastronomía árabe es la combinación
única de la gastronomía mediterránea y el uso de las especias y
picantes propias de la comida india y persa. Como norma general, en
la gastronomía
árabe predomina
la verdura sobre la carne. Los ingredientes predominantes
coinciden en muchos casos con los ingredientes de la comida
mediterránea:aceite, cereales, legumbres, fruta, verdura, carne de
cordero y pescado. Otros ingredientes como el trigo y el arroz son la
base de la alimentación árabe. También utilizan yogures, quesos de
cabra, frutos secos como nueces y almendras, semillas de sésamo,
dátiles,etc.
Algunos
de los famosos platos típicos muy extendidos son el cuscús, plato
hecho a base de sémola de trigo; hummus, plato hecho a base de puré
de garbanzos; falafel, croquetas de garbanzos o el shawrama, el kebab
turco. Además, todos los países comparten una gran variedad de
postres en los que dominan la miel y frutos como la almendra, el dátil
o el pistacho.
Hummus
Tampoco
hay que olvidar que el islam marca algunos ritos seguidos en todos
los países árabes. Por ejemplo, la omisión del cerdo de la dieta;
el Ramadán o la fiesta del cordero. No obstante, quitando la
particularidad de la religión y las costumbres que comparten estos países, el culto de la
comida es particular en cada región.
Ahora vamos tratar con más profundidad la gastronomía marroquí. Es con la que estamos más familiarizados, seguramente porque somos países vecinos. De todas formas, la cocina marroquí es muy reconocida mundialmente debido a su famoso cuscús, sus verduras, distintos tipos de carnes y su mezcla de dulces y salados con diferentes especias.
El
cuscús
es un plato hecho a base de sémola de trigo en el que se combina
carne (ternera, cordero o pollo) con una gran variedad de verduras.
El tagine
es otro plato importante, es un estofado de carne que se mezcla con
verduras que han sido preparados a fuego lento en ollas de barro.
Existen variaciones como tagine
de pollo, limón y aceitunas; ternera dulce o pescado.
Tagine
También es
muy conocida la sopa harira
cuyos ingredientes principales son lentejas, tomate y carne. Otra
delicia
popular
de Marruecos es la pastilla,
hecha de hojuelas de masa con relleno de carne dulce o picante y
pasta de almendras.
Para
después de comer, o antes, en realidad en cualquier momento del día,
se suele beber té; en muchas ocasiones acompañado de dulces.
Predominan las almendras, pistachos, nueces y miel, entre otros.
Para
finalizar, también me gustaría comentar algo sobre la gastronomía
egipcia. La comida egipcia es muy variada y recibe influencias tanto
de la cocina mediterránea como de la cocina africana.
El
foul,
es el nombre del plato nacional egipcio, y está basado en habas
guisadas con cebolla, comino y limón, se ofrece en cada comida. Es
un alimento típico en los periodos de abstinencia del Ramadán.
El haba es
una legumbre muy apreciada en Egipto, por eso forma parte de su plato
nacional. Se preparan y sirven de diversas maneras.
Molokheya
Generalmente,
la carne más empleada en la cocina es la del cordero, que se prepara
guisada, cocida o asada. Pero el pollo también se consume en Egipto.
Es más, el molokheya
es
una sopa preparada con diversas hierbas, ajos, pimienta que se sirve
con arroz y trozos de pollo. Finalmente, si visitas Alejandría
no
puedes dejar de probar las gambas gigantes, una especie de
langostinos.
En cuanto a la bebida, destaca el karkadé.
De un exótico color morado, esta infusión, se
prepara hirviendo flores de hibisco rojo y enfriando el agua. Con un
poco de azúcar tiene un delicioso sabor agridulce.
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