miércoles, 19 de febrero de 2014

AL ANDALUS IX. EL FIN DE LA ESPAÑA ISLÁMICA
Los nazaríes de Granada. El fundador de la dinastía nazarí fue Muhammad Ibn Yusuf Ibn Nasr. En un principio se estableció en Jaén pero con el avance de la Reconquista cristiana convirtió Granada en su sede. El reino de Granada logró mantener su independencia durante dos siglos más, debido a su estratégica situación geográfica y a su cercanía con el norte de África, por lo que podía pedir ayuda rápidamente.
Mapa del reino nazarí de Granada

Era declarado islámico y daba asilo a los refugiados del resto de España. El periodo de mayor brillantez comienza en el 1344, cuando se construyó la parte más bella de la Alhambra, aunque existieron muchos problemas internos y disputas sucesorias.
 Alhambra
El final del reino nazarí se debió tanto a su debilidad interna como al creciente poder cristiano, que aumentó considerablemente con la unión de los reinos de Aragón y Castilla, y los reyes Isabel y Fernando. Lograron la conquista de Málaga en el 1487 y de Almería en el 1489, y la campaña final contra Granada se inició en el 1491. Ante esta situación, los musulmanes decidieron rendirse, recibiendo unas condiciones honorables. El último rey nazarí fue Muhammad XII, conocido como Boabdil “el chico”.
No todos los musulmanes se marcharon, aquellos que se quedaron recibieron el nombre de mudéjares, que significa domesticados. Conservaban su religión, leyes y libertad para ejercer sus oficios a cambio del pago de un tributo.
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La rendición de Granada de Francisco Padilla. Boabdil entrega las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos. 
En el siglo XV se produjo un cambio de actitud en los cristianos provocado por las diferencias económica principalmente y comenzaron a surgir prejuicios anti musulmanes. A partir de 1566 la presión aumentó, promulgándose definitivamente en 1609 y 1614 un edicto de expulsión de los moriscos.

La literatura en estos siglos en al-Andalus ha sido catalogada de epílogo: fue un periodo de recopilación y erudición, donde los conocimientos acumulados fueron sistematizados. Entre las figuras literarias destaca Lisan al-Din ibn al-Jatib, cronista, autor de un diccionario biográfico y narrador de la historia del islam en Occidente. La tradición poética de al-Andalus constituyó una de las fuerzas que operó en el periodo de formación de las literaturas románicas. Pese al empeoramiento de la situación política en los siglos XII y XII, la tradición artística de la España islámica se mantuvo viva y se dividió en el arte mudéjar y el arte nazarí de Granada.