AL ANDALUS IX. EL FIN
DE LA ESPAÑA ISLÁMICA
Los
nazaríes de Granada. El fundador de la dinastía nazarí fue
Muhammad Ibn Yusuf Ibn Nasr. En un principio se estableció en Jaén
pero con el avance de la Reconquista cristiana convirtió Granada en
su sede. El reino de Granada logró mantener su independencia durante dos siglos más, debido a su estratégica situación
geográfica y a su cercanía con el norte de África, por lo que
podía pedir ayuda rápidamente.
Mapa del reino nazarí de Granada
Era declarado islámico y daba
asilo a los refugiados del resto de España. El periodo de mayor
brillantez comienza en el 1344, cuando se construyó la parte más
bella de la Alhambra, aunque existieron muchos problemas internos y
disputas sucesorias.
Alhambra
El
final del reino nazarí se debió tanto a su debilidad interna como
al creciente poder cristiano, que aumentó considerablemente con la
unión de los reinos de Aragón y Castilla, y los reyes Isabel y
Fernando. Lograron la conquista de Málaga en el 1487 y de Almería
en el 1489, y la campaña final contra Granada se inició en el 1491.
Ante esta situación, los musulmanes decidieron rendirse, recibiendo
unas condiciones honorables. El último rey nazarí fue Muhammad XII,
conocido como Boabdil “el chico”.
No
todos los musulmanes se marcharon, aquellos que se quedaron
recibieron el nombre de mudéjares, que significa domesticados.
Conservaban su religión, leyes y libertad para ejercer sus oficios a
cambio del pago de un tributo.
La rendición de Granada de Francisco Padilla. Boabdil entrega las llaves de la ciudad a los Reyes Católicos.
En el
siglo XV se produjo un cambio de actitud en los cristianos provocado
por las diferencias económica principalmente y comenzaron a surgir
prejuicios anti musulmanes. A partir de 1566 la presión aumentó,
promulgándose definitivamente en 1609 y 1614 un edicto de expulsión
de los moriscos.
La
literatura en estos siglos en al-Andalus ha sido catalogada de
epílogo: fue un periodo de recopilación y erudición, donde los
conocimientos acumulados fueron sistematizados. Entre las figuras
literarias destaca Lisan al-Din ibn al-Jatib, cronista, autor de un
diccionario biográfico y narrador de la historia del islam en
Occidente. La tradición poética de al-Andalus constituyó una de
las fuerzas que operó en el periodo de formación de las literaturas
románicas. Pese al empeoramiento de la situación política en los
siglos XII y XII, la tradición artística de la España islámica se
mantuvo viva y se dividió en el arte mudéjar y el arte nazarí de
Granada.
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